Como muchos de ustedes saben, me volví vegetariana hace algunos meses, debido a un tema de salud. Al principio fue difícil porque si bien nunca he sido de comer carne todos los días, pensar que nunca más disfrutaría de una parrillada, de una cena en La Carreta o de un lomo saltado en El Hornero no me hacía mucha gracia. Recuerdo que la primera vez que dicté un taller terapéutico utilizando la Meditación como herramienta, alguien me preguntó si era vegetariana. Al terminar la clase, nos trepamos todos en los autos y nos fuimos al Kio's de La Marina para tomar lonche con un pan con chicharrón. No, no era vegetariana. Ni por asomo.

Hoy cumplo 109 días como vegetariana y si bien es difícil reemplazar el total de proteína completa que significa la proteína animal en una dieta balanceada, he aprendido que con un poco de creatividad no solo se puede comer saludable sino rico y divertido. Además, estoy impresionada con lo ligera y llena de energía que me siento durante todo el día y con la profundidad que logro en mis meditaciones.

Como descubrí que rápidamente comencé a sentirme mejor, apliqué este tipo de alimentación en mi Abuelita, una mujer de 83 años con problemas de hipertensión, entre otros. Al cabo de algunas semanas de regañar extrañando sus hamburguesas la oí decir "mi presión ha mejorado con esa dieta". No le doy carne, pero le doy proteína vegetal que combinada adecuadamente y en dosis importantes puede reemplazarla.

Aún tengo algunos ajustes por hacer, ya que la cantidad de carbohidratos y fructosa que requiero para sentirme llena han hecho que suba de peso. Estoy reduciendo el tamaño de las porciones de desayuno, almuerzo y comida, y dividiendo las cantidades de comida a lo largo del día. Así ahora tengo media mañana y media tarde como comidas fijas, además de las tres comidas principales. Eso está ayudando pero tengo claro que estoy aprendiendo.

En el proceso, han sido ya varios los fines de semana que invento recetas nuevas, mezclo ingredientes orgánicos de aquí y de allá e invito a amigos carnívoros a almorzar -generalmente avisándoles que serán conejillos de indias- y los resultados han sido impresionantes: a pesar de la desconfianza inicial (uno que otro me advierte que si no le gusta saldrá corriendo a Bembos), quedan fascinados... ¡y sin hambre! Me han pedido que les pase las recetas y que abra un restaurant.

Ante rotundo éxito, he decidido compartir con ustedes mis hallazgos, a la par que los voy haciendo, incluyendo aquí una receta semanal para que puedan prepararla en casa. No tienen que ser vegetarianos para probarlas, pueden reemplazar alguno de sus almuerzos del mes con estas recetas, sin necesidad de volverse declaradamente vegetarianos. En la variedad está el gusto.

Hoy comenzaremos con una de las recetas más solicitadas por mis amigos. Pueden probarla un fin de semana con sus hijos, es deliciosa y sencilla/divertida de preparar.

PIZZA DEL GIARDINO

(Pizza casera de arroz con vegetales)

Ingredientes:

500g de arroz cocido.

1 bola de mozzarella de vaca o cabra, rallada.

1 tz de salsa di pomodoro fatta in casa (*).

2 fondos de alcachofa al vapor, cortados en 4.

2 zucchini bebé al vapor, cortados longitudinalmente.

2 berenjenas bebé, pasadas por agua con sal, luego al vapor y cortadas longitudinalmente.

2 tomates al vapor, cortados en 4.

1 pimiento al vapor, cortado en tiras.

4 hojas de beterraga, crudas.

1 CH de aceite de oliva.

1 CH de aceite sacha-inchi.

Sal de maras al gusto.

Preparación:

Extender en un molde para pizza el arroz cocido. Cubrir con la salsa di pomodoro, la mozzarella rayada, las hojas de beterraga y las verduras al vapor. Rocear con sal de maras. Llevar al horno moderado fuerte, hasta que el queso se derrita. Retirar al pizza del horno, rocear con aceite una emulsión de aceite de oliva y sacha-inchi. Servir.

Tips adicionales:

Pueden preparar la masa con anticipación, guardarla en el freezer y usarla como masa pre-cocida.

En lugar de usar el molde de 30 cms, pueden utilizar moldes personales para pizzas individuales. Así se aseguran que los chicos coman su ración de verduras.

Sugiero elegir verduras orgánicas, tienen mucho más sabor que las que venden en supermercados.

Me gusta utilizar las alcachofas enteras, porque se le puede agregar la comida de las hojas como una crema con qué decorar.

Si van a utilizar orégano, sugiero las hojas secas antes que en polvo. Prueben reemplazarlo por algún mix de hierbas.

Recuerden que una alimentación balanceada es importante para la salud del cuerpo. Si tienen dudas sobre qué comer o desean una dieta acorde con su estilo de vida, recomiendo ir donde un médico especialista en nutrición.

(*) La salsa de tomate puede ser la que preparan en casa. A mi me gusta la que hago yo, porque además es de múltiples usos y pueden guardarla varios días en el freezer; la llamo "salsa di pomodoro fatta in casa" y se las daré pronto en otro post.

¡Buon apetito! Me cuentan qué tal.