La semana pasada me invitaron como co-entrevistada, a un programa en Canal 7, para hablar sobre opciones para liberarnos de la tensión diaria cuando el estrés se apodera de nuestras vidas.

La otra invitada era médico pediatra y mencionó que la diabetes es una de las enfermedades que aparecen de la mano con el estrés.

Para aclarar un poco esta idea, ambas conversamos sobre la función del cortisol. Comparto con ustedes un poco de lo comentado:

Cuando nos encontramos ante una situación que nos genera tensión extrema, nuestro cuerpo responde atacando, huyendo o paralizándose. Pasado este primer momento, si no somos capaces de deshacernos de la situación, ésta es experimentada como hostil, y nuestro cuerpo busca adaptarse. Cuando no puede adaptarse, enferma. Este proceso es lo que conocemos como estrés, aunque aún no se ha definido si éste es una causa o un efecto. Lo que sí está definido, es cómo nuestro cuerpo responde ante situaciones de tensión extrema, para permitirnos una respuesta saludable.

Biológicamente hablando, nuestro cuerpo funciona así:

Tenemos dos conjuntos de glándulas, las exocrinas que vierten fluidos a la superficie (como el sudor) y las endocrinas, que tienen por función liberar sustancias químicas específicas, se encargan de llevar "mensajes" a ciertas zonas del cuerpo a través de la sangre.

Dentro de las glándulas endocrinas tenemos las glándulas suprarrenales, ubicadas justo encima de los riñones, que se encargan de sintetizar y segregar a la sangre una serie de hormonas necesarias para la regulacion del metabolismo, de los electrolitos y de la respuesta al estrés.

Una de las hormonas que segregan las glándulas suprarrenales es el cortisol, un esteroide que nos ayuda en la respuesta ante el estrés, redistribuyendo la glucosa (fuente de energía) a las zonas del cuerpo que la necesitan. Por ejemplo, ante una situación de estrés, esta hormona llevará glucosa al cerebro y a los músculos para poder responder ya sea atacando o huyendo. Como parte de esta respuesta, eleva nuestra tensión arterial y suprime el sistema inmunológico.

Quien también influye en esta respuesta es un neurotransmisor llamado serotonina, nos ocuparemos de él en un próximo post.

Cabe resaltar que el estrés no es algo "malo", sino la respuesta adaptativa de nuestro cuerpo a una situación difícil. Tenemos por ejemplo momentos en los que el estrés puede ser algo positivo: cuando tenemos que realizar una presentación ante un grupo de personas, cuando hacemos ejercicio en el gimnasio, etc, luego de lo cual regresamos a nuestro punto de equilibrio. Este tipo de estrés es llamado eustress, un estrés positivo, para diferenciarlo del distress, que según Hans Selye sucede cuando no permitimos a nuestro cuerpo regresar al equilibrio.

Así pues, el experimentar situaciones de estrés no necesariamente significa que desencadenaremos una diabetes, aunque sí existe una conexión directa: Si nos mantenemos mucho tiempo en una situación de estrés, nuestro nivel de glucosa en la sangre será más elevado de lo saludable, ya que el cortisol estará haciendo su trabajo para permitirnos responder ante la situación de tensión.

Aquí algunas sugerencias para regresar a nuestro estado de equilibrio luego de experimentada la situación de tensión:

Practicar meditación o yoga: Aprender técnicas de respiración promueve la relajación y ayuda a la homeostasis.

Asistir a terapia cognitiva: Re-evaluar qué es lo valioso de cada situación nos ayuda a ver la vida de una manera diferente.

Alimentación balanceada: El reducir el consumo de azúcar reemplazándolo por verduras, frutas y miel de abeja nos ayuda a mantener el equilibrio durante el día.

Ejercicio: Al menos 30' de ejercicio aerobico diario nos ayuda a disminuir los niveles de glucosa en el cuerpo.

Eliminar la cafeína: Ésta perjudica la habilidad del cuerpo de manejar los niveles de glucosa.

Desarrolla un pasatiempo: El darte un tiempo para desarrollar tus capacidades realizando una actividad que te guste contribuirá a tu equilibrio.

Según Louis Hay, las razones emocionales por las que el cuerpo manifiesta diabetes tienen que ver con el anhelo por aquello que pudo haber sido, es decir, la necesidad de controlar nuestro entorno, lo que genera gran tristeza y falta de dulzura en la vida. Ella recomienda modificar el patrón mental concentrándonos en el gozo que nos ofrece el hoy.

Jean Shinoda Bolen, en su libro "El Sentido de la Enfermedad" nos dice:

Cuando las defensas psicológicas se desvanecen en el contexto de una enfermedad mortal, puede acontecer un descenso al inframundo del temor y la depresión. La desaparición de las defensas que se oponen al conocimiento de la verdad tal vez revelen una vida espiritual y emocionalmente estéril, un matrimonio vació o un trabajo sin sentido, junto a la realidad de la gravedad de la dolencia y la ansiedad subsiguiente.

La diabetes pues, como toda enfermedad, responde a una incoherencia integral sostenida por largo tiempo.

Según el Especialista en Desarrollo Humano, Rodolfo Guevara, quizá sería bueno preguntarnos:

¿Qué te impide hacer el tener estrés? Según el diplomado que ofrece "El Orígen Psicológico de las Enfermedades", lo que tu cuerpo no puede hacer es lo que tú no quieres hacer

¿Qué te obliga a hacer el estrés? Probablemente deseas hacer esto a un nivel inconsciente y el estrés revela la necesidad insatisfecha

¿Qué beneficio has obtenido? Probablemente, a un nivel inconscientemente, necesitas el estrés para obtener este beneficio, o "no hay mal que por bien no venga".

Cuando inició el cuadro de estrés, ¿qué situación crítica estabas viviendo? Esta evaluación te ayudará a identificar cuál es la situación que no supiste resolver y lo que necesitas aprender de ella.

Entonces, ¿qué puedo hacer yo para cambiar mi respuesta a esa situación?