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¿Eres feliz?

Publicado: 2011-02-07

Hace unos días me llamaron para una entrevista sobre la diferencia entre ver el vaso medio lleno ó medio vacío. ¿Te sientes cómoda con el tema? -me preguntaron. Uno a uno varios recuerdos recorrieron mi mente: Estudios, clientes, pacientes, alumnos, amigos y experiencias personales desfilaron ante a mi, para darme la confianza necesaria, junto con una larga y contínua exhalación. Completamente -les respondí.

Camino a la entrevista, el taxista me contó algunas de sus experiencias. Nacido en Arequipa, había venido a vivir a Lima para estudiar y trabajar, pero cada día la vida se le hacía más complicada. Y sin querer, como respuesta a su historia, comencé a explicarle las teorías que uso en clases y en el consultorio. “Deformación laboral” le llamaba un ex-novio, a todo eso que somos porque nos sale y no porque lo hagamos para obtener un resultado.

¿Por qué somos infelices? Porque nos hemos olvidado que nuestra naturaleza es vivir en felicidad, como si nos hubieran enviado a Disney. En algún momento, todos los condicionamientos que fuimos colectando camino a hoy, nos llevaron a colectar temores, y olvidarnos de nuestra esencia.

En algo de esto debe haber creído Susan Vaughan cuando escribió “La Psicología del Optimismo”. En este libro ella comenta que damos más peso a lo que consideramos como realidad que a las ilusiones que la generan. Para ella el optimismo tiene que ver con nuestra habilidad para recordar lo ocurrido en nuestro bagaje con un matiz positivo, manejando nuestros estados de ánimo con confianza. Para ella es un proceso, no un estado. Les voy a ser honesta, no he leído todo el libro, porque no he podido encontrar una copia completa aún. Sin embargo, existen coincidencias dentro de mi bagaje, que hacen que lo poco que he leído sobre el libro resuene en algunas partes debido al entendimiento en mi interior. Es desde ahí desde donde entrego siempre, desde mi interior.

¿Te sientes cómoda con el tema? -mi mente seguía repitiendo la misma pregunta, una y otra vez. Mientras más revisaba mis notas más entendía lo preparada que estaba para hablar sobre este tema. Hay quienes creen que las cosas suceden porque uno tiene suerte. Yo he aprendido que la suerte es el resultado de haberse preparado lo suficiente como para sonreír en señal de aceptación y agradecimiento cuando aparece la oportunidad.

Para la psicología, la Felicidad se estudia dentro de una rama llamada “Psicología Positiva”, en la que se la considera un estado de bienestar “ideal” y permanente “que alcanzar” pues “aparece y desaparece como ráfagas”. Para mi es un estado natural, pero lo hemos olvidado. Enseño a recordarlo.

Selligman, padre de la Psicología Positiva, definió tres esquemas para lograr la Felicidad. Aquí mi interpretación de cada uno:

1. Vida Placentera: A este esquema me gusta llamarlo “aprender a disfrutar”. En la medida en la que somos capaces de disfrutar lo que estamos haciendo, vamos a atraer hacia nosotros oportunidades de aprendizaje que nos enseñen mejor qué es lo que realmente disfrutamos junto con técnicas para hacerlo cada vez mejor.

2. Vida Comprometida: El compromiso es algo a lo que muchos le huyen y sin embargo, nos ayuda a descubrir nuestras virtudes y talentos a través de la total absorción de quiénes somos en el momento. Es el compromiso con nuestras pasiones lo que nos lleva a hacer, deshacer y rehacer nuestras vidas todas las veces que sea necesario, olvidándonos de las pre-ocupaciones del exterior debido al ensimismamiento en el que nos sume.

3. Vida con Sentido: Una vez que hemos descubierto nuestras virtudes y talentos, algo en nuestro interior nos llama hacia el servicio. Ese servicio a algo más grande y completo que nosotros, nos da la sensación de utilidad, de propósito, de saber que nuestra existencia tiene sentido, pues nos ayuda en el auto-reconocimiento como partes de un todo.

Dentro de las características que incluye la felicidad, tenemos:

Optimismo: Vista como la tendencia a ver siempre el vaso medio lleno, antes que medio vacío, con la confianza que siempre sucederá lo mejor para todos los involucrados. Esto es posible cuando hemos descubierto y desarrollado nuestros talentos, pues deseamos encontrar con quiénes compartirlos, para sentirnos útiles y en constante crecimiento.

Resilencia: Es ese chip que tenemos todos integrado, gracias al cual regresamos en automático a nuestro estado original. Es la capacidad que tiene el elástico de recobrar su forma a pesar de haberlo estirado en extremo. El subirnos nuevamente al caballo luego de una caída. El regresar a la cancha luego del receso. Es la capacidad del ser humano de seguir adelante a pesar de las situaciones desestabilizadores que pueda haber experimentado. Saben a qué me refiero.

Fluir: Es la capacidad de abstraernos a los acontecimientos externos para sumirnos en el cauce de nuestros sueños, mientras estamos volviéndolos algo concreto. Es esa sensación de que todo está bien, de que estamos alineados con nuestro propósito, de que hemos perdido la noción del tiempo por encontrarnos en completa satisfacción.

Creatividad: Es utilizar el enorme potencial de dar vida que tenemos en nosotros. Tiene que ver con el re-crear lo que somos fuera de nosotros. Todos nacemos con potencial creativo para una ó mas de una actividad. El desarrollar este potencial es elección de cada uno. El elegir hacerlo nos lleva a sintonizar con quiénes somos, a reconocer que somos únicos dentro de una multitud, con lo que elevamos nuestra autoestima y reducimos nuestros temores al mínimo.

Humor: Es la válvula de escape que tenemos cuando aprendemos a modificar nuestra atención hacia algo que nos hace sonreír. Si bien tenemos momentos muy difíciles en la vida, es bueno saber cuáles son las cosas que nos ayudan a distender la tensión. Paciencia y buen humor -solía decir mi padre. Y es que la risa fortalece el sistema inmunológico, liberando endorfinas, serotonina, dopamina y adrenalina. Juntas, éstas nos aportan la sensación de energía vital necesaria para seguir adelante en momentos de crisis.

Me gustan los términos concretos, porque hace más fácil el transmitir a otros. Quizá por eso me interesa el ángulo que la psicología presenta en varios de los casos que trabajo. Son los ángulos que en cada rubro resuenan con lo que me ha enseñado la vida los que integro en mi trabajo. Es por eso que decidí trasladar esta experiencia al papel, para compartirla fácilmente con otros.

¿Me considero feliz? Inmensamente. Todos y cada uno de los días hace aproximadamente dos años. Y no porque las cosas sean fáciles ó difíciles, sino porque concentro mi atención en aquello que amo y busco por todos los medios seguir extendiendo esa felicidad, infinitamente.


Escrito por

Luciana Stiglich

Directora de Inner Healers, ofrece una opción alternativa y complementaria a la medicina convencional, a través de un consultorio de tratamientos alternativo-complementarios, clases de meditación y talleres terapéutico-alternativos.


Publicado en

Inner Healers' Blog

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